Collage íntimo

Collage íntimo
Trocitos...

martes, 20 de noviembre de 2012

Así va la vida

Hace unos días fui al hospital materno-infantil de Virgen del Rocío. Mis amigos Andrés y Noelia, tras un interminable y agotador proceso, por fin han tenido a sus pequeños. Andrés nació hecho un toro, evitando la unidad de prematuros y ya está en casa con sus papis. Julia nació con algo menos de peso pero guapísima, hecha una bicheja revoltosa y sin problemas, aparte de que precisó un par de semanas de engorde y maduración al calorcito de la incubadora. La pequeñita Ángela, de forma precoz hace ya algunas semanas, nos robó para siempre ese trocito de corazón. Tras darnos toda una lección de fuerza y supervivencia, tomó un atajillo antes de tiempo hacia el cielo, desde donde seguirá cuidando de sus dos hermanos.
Andrés, Noelia, Andrés y Julia, tras meses de enorme desgaste y sufrimiento, ya son una gran familia. Un poco atípica, pues andan ahora aún desbordados por los agobios y trastornos comunes a todos los padres primerizos. No obstante, con tanto amor, tantas ganas y deseos de hacerlo bien, sólo es cuestión de tiempo que las aguas vuelvan a su cauce y vivan con la normalidad de cualquier otra familia, sólo pendientes de catarros, gormitis y facturas...
A todo esto, mi amigo Andrés andaba detrás mía para que fuera un día con él a la visita de las 19:15h a la unidad de prematuros a conocer a la pequeña Julia. Salvando los habituales escollos por compromisos laborales y familiares, un día por fin, conseguimos coincidir y quedamos allí. Cuando llegamos a la unidad estaba allí Noelia, cosa que, aparte de alegrarme sobremanera, me resultó inesperada. ¿Estás preparado para entrar? ¿Para entrar a ver a tu futura ahijada?, (o algo así) me dijo Andrés, mirándome a los ojos con esa intensidad tan suya. ¿Có... cómo? Yo me sentí anonadado, superado, emocionado, halagado... infinitamente honrado. Mil cosas más. Nos abrazamos los tres con fuerza, besándonos y con esos nuditos invisibles en las gargantas. El resto puede ser bastante obvio... así que os lo ahorro.
La alegría ha sido indescriptible. ¡Claro que estoy preparado! Sólo deseo estar a la altura y corresponder a la confianza y el cariño con los que he sido obsequiado. Millones de gracias.
En fin, así va la vida.
Durante estas últimas semanas me he leído un librito que me ha llegado brutalmente al corazón y que, no me cabe la menor duda, me hará ser mejor persona para ejercer esta nueva responsabilidad de la que he hablado antes. El libro me lo prestaron y recomendaron mis queridos Armando y Yoyo y ha superado las expectativas con creces. Se llama "Martes con mi viejo profesor", del periodista y escritor Mitch Albom. Narrado en primera persona y reflejando hechos y experiencias reales vividos por el mismo Mitch Albom y su profesor de la universidad Morrie Schwartz. Tras entablar una hermosa relación durante los años de universidad, alumno y profesor se separan y Mitch desarrolla una exitosa carrera en el mundo del periodismo deportivo, lo cual le aboca a llevar una vertiginosa y superficial vida, olvidándose de todo lo aprendido durante los años de universidad. Quince años después, Mitch conoce por casualidad la noticia de que su viejo profesor sufre una enfermedad degenerativa que lo abocará sin remedio a la muerte en cuestión de meses. Entonces, Mitch decide tomar un avión y acercarse a ver a su viejo profesor. Ese será el primero de una serie de encuentros semanales (cada martes) durante los cuales desarrollaran una tesis sobre la vida y sus principales temas y pilares. Mientras Mitch toma notas y realiza grabaciones con la intención de hacer llegar los pensamientos de Morrie a todo el mundo, se impregna y deja renacer en él los profundos valores que permanecían sepultados. La muerte, el matrimonio, el miedo a la vejez, la amistad, nuestra cultura, cómo perdura el amor, el perdón, el mundo, el dinero, la familia, las emociones, el arrepentimiento, el sentimiento de lástima por uno mismo... todo lo que para mí, constituye lo verdaderamente importante en la vida.
Me ha emocionado hasta la lágrima y me ha empujado a tomar notas mientras leía y a desear aprender más sobre los demás y sobre mí mismo. Por eso hoy os lo recomiendo.
Por ahí en medio, durante este largo periodo de ausencia, fuimos al cine a ver "Lo imposible" de Juan Antonio Bayona (segunda película tras "El orfanato", que no he visto aún). Por decirlo de forma resumida, hacía tiempo que no lloraba tanto viendo una película. Sinceramente, soy un poco nenaza para estas cosas y suelo emocionarme bastante hasta el extremo de sorber mocos con brutal intensidad, si se presenta la ocasión. La película, en mi opinión, entre otras muchas tiene dos importantes virtudes que consiguen mover tales sentimientos. La primera, que está basada en hechos reales. Todo lo que transcurre durante los 107 minutos de cinta, ocurrió de verdad, a personas reales, españolas.Lo trágicos hechos que vivieron María Belón, su marido Enrique y sus hijos Lucas, Tomás y Simón durante el tsunami que asoló la costa de Tailandia durante la Navidad del año 2004. Con espléndidas interpretaciones, Naomi Watts y Ewan McGregor dan vida al matrimonio, genialmente acompañados por los tres niños, entre los que destaca el que da vida al hijo mayor, un revelador Tom Holland.
La segunda virtud estriba en la vocación de conmover con sobriedad, sin caer en lo melodramático. Conmueve salvajemente todo el daño físico sufrido por los protagonistas, con especial mención para una sublime Naomi Watts a quien acompañamos en su periplo llenos de agitación y desasosiego. Y conmueve hasta lo más profundo del alma la emotividad que rezuma cada fotograma, la capacidad para mostrar y desgranar los sentimientos de pérdida, de miedo, de dolor, de incertidumbre... si se me permite la licencia, con más intensidad en las relaciones paternofiliales que en las de la pareja.
Los aspectos técnicos relacionados con la recreación del desastre, pese a ser magistrales, quedan en un segundo plano. Quizá, como debe ser para que la película sea considerada una muy buena película de forma global y no una de esas películas de desastres y efectos especiales estúpidamente superficiales.
No me atrevería a decir que se trata de una obra maestra, pero sí una muy buena película, de brillante realización y capaz de emocionar con sus interpretaciones y dejarte el corazón tocado por unos días. Ni que decir tiene que merece la pena verla, por supuesto, en pantalla grande.
En fin, así va la vida.
Prometo no tardar tanto la próxima vez...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola primo, aqui la pesada de Quini, como siempre la entrada de hoy es genial, me alegro mucho por esos amigos tuyos que ha visto hecho realidad su sueño de ser padres y enhorabuena por saber elegir al padrino, mejor no lo podrían haber encontrado. En cuanto a la peli no puedo opinar de ella pues no creo que pueda verla porque si tu lloras viendola si yo voy tienen que cerrar el cine por inundación. Por favor no tardes en hacer otra entrada porque por lo menos a mi me alegra un mogollón. Besos para todos de todos nosotros. (espero vernos en el cumple de Marta)

Salva & co. dijo...

Hola, queridísima Quini! había apostado conmigo mismo a que serías la primera y mira qué poco me he equivocado. No es mérito mío, sino más bien tuyo. Y no te llames pesada, por Dios, que eres como un angelito que está siempre ahí pendiente de mis cosas. Eres un sol y nunca tendré suficientes palabras para agradecértelo. Sobre mi padrinazgo sólo puedo decir que estoy super-emocionado. La peli, te la recomiendo. llorar un poco, no solo no es malo, sino que es algo así omo si tanta lágrima salada te limpiara todo por dentro. Si no puedes en el cine, siempre puedes verla en casa y llorar a gusto en tu sofá, con tus cleenex y en pijama y zapatillas; como una señora...jaja.
Pero, si no quiere, no la veas. Eso sí, el librito sí te da un ben vapuleo al alma porque te abre en canal la vida, desgranando sus principales pilares, tratando de hacerte ver qué debe ser lo importante y dónde puedes encontrar la felicidad. Que igual cada uno tiene ya su "librito" personal para eso... Yo sólo digo que éste es muy bueno.
En fin, que claro que prometo no tardar tanto, prima, aunque sólo sea por ti. Un beso muy fuerte y reparte por casa.

Anónimo dijo...

Hablo como implicada y madre de la protagonista de esta historia. Desde un principio tuvimos clarísimo que deseábamos que fueras el padrino de uno de nuestros hijos. Por azar o premeditación te toco JULIA, la mediana, como la llamábamos hasta hace poco.
No creo que sea necesario enumerar los motivos por los que fuistes tu y no otros, el que acompañara y guiara el camino de nuestra niña.
Realmente sé que siempre estarías a nuestro lado pero tras un duro y agotado embarazo, he comprobado una vez mas, que estas ahí para lo que necesitemos.
Tus valores te harán establecer un vinculo especial con tu ahijada, lo se, y ella podrá disfrutar de esa familia tan unida y especial que tienes.
De paso, en cierto modo, Andrés podrá compartir muchos de esos momentos con su hermana.
Me gusto la expresión de tu cara cuando conocistes la noticia, medio asombrado, ilusionado, emocionado y hasta acongojado por dicha responsabilidad.
Quiero trasmitirte relajación, no esperamos nada en concreto de ti, no hay unos mínimos que cumplir, tan solo limitate a ser tu mismo, con ese sentido del humor que tanto me gusta, y con tus cosas buenas y no tan buenas..jaja
Ella te querrá así por ser natural, sencillo, cariñoso, tolerante pero exigente...
Si de vez en cuando se te olvida un santo, un cumpleaños o lo que sea... no te lo tendremos en cuenta como hace mucha gente... Tan solo nos reconpesarás por cada fallo con una buena comida casera... jajaja

En fin, que gracias por escribir cosas tan emotivas y en este caso me han tocado el corazon porque hablas de las dos personas que mas quiero en este mundo.
Pd: nunca pensé que se quisiera tanto a un hijo.
Noelia.

ANDRES CASAS dijo...

QUERIDOS

SOY EL PADRE DE LA CRIATURA Y CIERTO ES QUE AUN ESTOY ABRUMADO POR LAS LETRAS QUE HAS DEDICADO A MI FAMILIA.SABES MUY BIEN QUE NO ANDO EN MIS MEJORES MOMENTOS Y LLEVO SIN ENTRAR A MI BLOGG YO QUE SE DE TIEMPO PERO YA LAS EXCUSAS SE ESTAN EMPEZANDO A TERMINAR.

GRACIAS UNA VEZ MAS POR SABER _Y DE QUE MANERA- ACERCARTE A LAS EMOCIONES AJENAS DE LOS DEMAS - CASI SIN HACER "RUIDO"...TODOS DEBERIAMOS DE APRENDER A QUE ESTAMOIS JUNTO A LOS DEMAS SIN HACER RUIDO SIN NECESIDAD DE DEMOSTRARLO TANTO ....Y ES ESE TU CASO AMIGO, SIEMPRE ESTAS ASI LO SIENTO
GRACIAS
OS QUIERO

María Requena dijo...

Noviembre 2012... Por qué no respondí a ésta... No tengo excusa, jajajaja. Me ha encantado, porque las 3 cosas de la que hablas me han recordado a mi propia experiencia. Ser padrino! Cómo te va en ese papel?? Yo tengo dos ahijados: uno un ángel, en el cielo lo tengo, un verdadero honor y privilegio que me dieron mis cuñados. No sé cómo explicarlo, pero ser su madrina un día únicamente en la tierra y el resto de mi vida de una forma que me hace estar unida a él de una manera única es un verdadero privilegio, como te digo. Y de mi sobrino Galo, un rubiales alborotador y guapísimo al que adoro. Tus amigos no pudieron elegir mejor padrino.
"Martes con mi viejo profesor" me lo recomendaste tú... Me alegra saber que a su vez te lo recomendaron nuestros amigos comunes. Es el libro con el que más he llorado sin duda alguna, pero el momento en el que lo leí (pocos meses después de que falleciera mi abuelo) y también por lo intenso de su vivencia... Cuenta con tal sencillez y humanidad los "secretos" de la vida, los recovecos que se nos escapan mientras intentamos vivirla... En fin, ya lo he regalado dos veces y recomendado cienes de ellas... Hay que leerlo, sin duda. Gracias por recomendármelo.
La peli "Lo imposible" también me encantó... Pero me causó al principio tal angustia que casi la quito... Sin embargo, la esperanza que transmite, el coraje de una familia (y muchas otras) que superaron esa tragedia es realmente emocionante.
Gracias por el título de esta entrada, me encanta... Es precioso...Siento leer esto (aunque leerla si creo que la leí), o al menos comentarla 3 años después... Pero bueno, me gusta estar haciendo esto, ahora, en este momento. Así va la vida...
Un beso enorme.

Salva & co. dijo...

Hola, María R. No te preocupes de porqué no la leiste... o comentaste. Es normal, a veces se pasa, es inevitable. No podemos ser tan exigentes con nosotros mismos y exigirnos la perfección en todo lo que hacemos. bastante que me sigues siempre con tanto cariño y fe, y me estimulas y me empujas. Gracias por esperarme siempre.
Creo que no conocía tus experiencias de madrinazgo. Gracias por compartirlas. la de tu ángel, sin duda, es una forma muy especial de afrontar lo inevitable con amor y paz.
El libro es una pasada. Y la película también. Me emocionaron, como dije, pero ya he descubierto que CASI SIEMPRE me emociona de forma especial lo que está basado en hechos reales, en experiencias de personas que han existido. Eso me conmueve.
En fin, así va la vida... (buen título para un MR)