Collage íntimo

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Trocitos...

viernes, 7 de septiembre de 2012

Intocable: una película inolvidable (o el humor como terapia)

Ea, pues ya pasó el verano. Bueno, si queremos ser cronológicamente rigurosos, hemos de reconocer que aún le restan un par de semanillas que son una mera transición hacia el otoño. Lo que pasa es que a mí, ayer, ya me dieron fuerte y flojo en mi segunda guardia desde la vuelta, tenemos los bolsillos "pelaos" de pagar uniformes, libros y material escolar con el 21% de IVA y el cuerpo medio se me está haciendo. Vamos, que se me está antojando comerme un polvorón y tocar la pandereta...
Pero, ¡qué diablos!, no estoy aquí para hablar del verano, las vacaciones y nuestro veraneo en particular que, por otra parte, ha sido estupendo, recorriendo varias playas de la costa gaditana y dándolo todo en mi Maranchón natal, disfrutando de la hospitalidad de Yoyo y Armando, de Juancar y Mª José, de Isabelo y Loli, de Merce y Alfonso, de mi hermana Marta y mi cuñado Lolo... ¡Rediós! Hemos estado de gorra medio verano... debe ser la crisis y la prima de riesgo. En fin, que millones de gracias a todos los que nos habéis acogido y hecho disfrutar. Os queremos a tope.
Pero, bueno, había dicho que no hablaría del veraneo y ya la estoy liando parda. Hoy quería volver a hablar de una película: evidentemente, la del título del post.
"INTOCABLE" (Francia, 2011), dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano (http://www.filmaffinity.com/es/film217719.html) y que espero que ya muchos hayáis disfrutado.
Hace unos meses, mi querida amiga Yoyo me dijo: "tienes que ver INTOCABLE; te va a encantar". Luego añadió: "Estoy deseando leer tu entrada del blog sobre ella". Y luego babeó un poco hablando de nosequé negro mu fuerte y mu guapo que bailaba de maravilla... y algunos comentarios entre subidos de tono y verduscones que no puedo reproducir en horario infantil...
En fin, darling, que te dedico esta entrada con mucho cariño: ¡Va por ti!
Como siempre, por cortesía de Fimaffinity, la sinopsis:
Philippe, un aristócrata que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco a poco, congenian hasta forjar una amistad tan disparatada, divertida y sólida como inesperada, una relación única en su especie... (FILMAFFINITY).
Creo que no destripo nada porque, cualquiera que haya visto el "trailer" es capaz de obtener una visión global de la historia que va a presenciar durante algo más de 100 minutos. Tampoco se trata de una película en la que el final o su desenlace inesperado soporten un gran peso. Es, más bien, una película edificada sobre los sólidos ladrillos que son esos sentimientos que huyen de relamerse o flagelarse, bien unidos por ese infalible cemento mezclado a base de ingredientes que nunca fallan: la sensibilidad, la inteligencia y el humor.
El argumento, pese a estar inspirado en una historia real (quizá sea esa su mayor virtud), no brilla por su originalidad. Que un millonario tetrapléjico busque cuidador y elija al que el sentido común le haría enviar más lejos y que, éste, resulte ser maravilloso resulta algo previsible. No obstante, donde la película brilla es en la forma de narrar la historia, en su lenguaje, en sus detalles, en la complicidad de los protagonistas y secundarios, en un fresco e inteligente guión lleno de chispa y en unas interpretaciones conmovedoras. La banda sonora te cautiva y te acorrala entre el siempre evocador piano de Ludovico Einaudi, algunas eternas piezas de música clásica y algunos conocidos hits de la música de los 70 (George Benson, Terry Callier, Nina Simone...). El baile que se marca Driss en la fiesta de cumpleaños de Philippe te deja boquiabierto (y a algunas, babeando...jaja) y te descubre insospechadas habilidades en este joven actor.
Los gags se suceden con ritmo vertiginoso y funcionan a la perfección, haciéndote casi olvidar que se trata de un tetrapléjico y su cuidador, cuando más bien parecen dos amigotes haciendo de las suyas y pasándolo en grande, terminando la película contagiado de una felicidad, un buen humor y un buenrrollismo al alcance de pocas cintas.
Creo que ya alguna vez he contado cómo es esa sensación que me hace notar cuándo una película me ha parecido buena: es eso de que durante un par de semanas no puedo dejar de pensar en ella (es una forma de hablar, claro). Me ronda todo el día la cabeza y me obliga a pensar. Parece como si su director hubiera acertado a colarse en mi cerebro y tras tocar algunas fibras y resortes, la película me interroga de forma constante. Pienso mucho en INTOCABLE porque pienso mucho en la enfermedad, porque la tengo muy presente por mi profesión y por la situación de algunos seres queridos.
¿Qué es lo que hizo que Driss (Omar Sy) resultara el cuidador perfecto para Philippe (Francoise Cluzet), devolviéndole las ganas de reir, de disfrutar y de vivir? Un inmigrante negro de clase baja, recién salido de prisión, mal vestido y sin la menor titulación sanitaria. Muy sencillo: le trataba con normalidad, sin sentir lástima por él, sin recordarle en cada momento lo dramática de su situación. Conseguía que se olvidara de la parte de su cuerpo que no volvería a funcionar, haciéndole disfrutar al 300% del 20% que mantenía operativo. Y, sobre todo, sobre todo, sobre todo, derrochando humor. Haciéndole reir, literalmente troncharse de la risa, golfear, bromear, intercambiar golpes de ingenio, pincharle, rozar lo irreverente. El humor como terapia: en resumidas cuentas. El humor como bálsamo, como tratamiento paliativo y curativo, como respuesta a lo que no tiene respuesta, como único, lógico, definitivo e inmejorable antídoto contra la tristeza.
La lógica que tan pocas veces usamos, la coherencia que tan olvidada tenemos: dar normalidad al que la ha perdido, dar risa a quien ha sido invadido por la tristeza, situarnos en el lugar de aquella persona a quien pretendemos comprender.
Todo esto me reaviva esa triste realidad del tiempo en el que vivimos que valora más lo académico que lo personal, lo cuantitativo que lo cualitativo, lo físico y tangible sobre lo humano o lo espiritual. No soy un friki ni un iluso, la formación y la profesionalidad son fundamentales; sólo defiendo que no lo son todo. Que, debieran, al menos, ser complementadas con altas dosis de humanidad, de empatía, de sensibilidad y, ¿por qué no?, de humor.
Cada día, en mi vida y en mi profesión, trato de elevarlas, incluso por encima de de lo razonable. Sólo espero que consigan su propósito, haciendo llegar a otras personas, algo más que paracetamoles o augmentines... Y me gusta pensar que puedo ser un poco como Driss, algo menos negro, de napia igual, bailón pero con menos estilo, tan cortito de currículum y con la misma capacidad de arrancar una sonrisa y de tocar en ese huequito que hay entre el corazón y el alma.
Dios me oiga.

7 comentarios:

yoyo dijo...

En primer lugar, aunque es de Bien Nacido, Ser Agradecido, no era necesario expresar más agradecimiento por haber compartido con nosotros unos días de este corto verano. Realmente, no ha sido corto, pero es lo que me ha parecido. Será la edad? Para nosotros HA SIDO UN PLACER ESTAR CON VOSOTROS!
Yo también con tanto rollo, la estoy liando parda. A lo que voy, gracias por dedicármelo es todo un orgullo escuchar eso de: Va por ti! qué torero suena!

Que te lo dije, que te lo dije: es la pera esta peli!
Me encanta es mezcla de SENSIBILIDAD, INTELIGENCIA y HUMOR. Es un trío perfecto de cualidades para descubrir una situación o a una persona.

Un 10 para la música, y sobre todo, la del momento del baile de MI AMIGO, se me iban los pies, qué ritmazo!. En fin, no sigo, que, que...querido Driss.

Estoy de acuerdo en que se te olvida que es tetraplégico. Me embargan los sentimientos que despiertan ambos, y que no sabían que los tenían.
A mi me ocurrió lo mismo que a tí, te lo juro, no paré, y tú y Elo lo sabéis, no paraba de hablar de la peli y por supuesto, de Driss, ja, ja.No en serio, me marco mucho porque aunque estaba catalogada como drama, a mi no me lo pareció en absoluto, y además con un buen final.

Para mi la risa y el humor está y estará presente en mi vida y la de mi familia, eso espero.

En tu profesión en los que te rodean, siempre he pensado que la HUMANIDAD y el HUMOR, deberían ser asignaturas obligatorias.

Para finalizar ésto, perdonad por extenderme, pero me toca, decirte darling, que aunque eres MENOS alto, MENOS negro, tienes MENOS destreza bailando (aunque no te he visto), eres MAS humano, MAS simpático, MAS ROMANTICO (verdad Elo, qué cartas!), eres, eres, eres un CRACK!

Muack, muack

yoyo dijo...

Perdona darling, manana cuéntame como cambias las palabras de colores!!!!!me encanta!

Salva & co. dijo...

Hola, presiosa Darling! Bueno, me alegro de que el primer comentario (y puede que el único...jajaja) sea el tuyo, aunque, ¡vaya horitas! Somos unos noctámbulos sin remedio...
Gracias por tus palabras sobre nuestros días compartidos de este verano, ya sabes que el sentimiento es recíproco. No vamos a relamernos más, que hay gente escuchando...
En mi recuerdo, esta peli estará siempre inevitablemente unida a tí. Casi con toda seguridad, la hubiera visto de todas formas, pero, sólo gracias a tu apasionada recomendación (y a tu enamoramiento inter-racial), la forma de verla y el recuerdo de lo que te mueve está íntimamente asociado a tu bella persona, de la misma forma que debo la incorporación a mi vida de la música de Silvio Rodríguez a José Manuel (un compañero de un curso de urgencias) y los desgarrados relatos de Charles Bukowski a Jesús (un monitor de una colonia de verano en la que trabajé.
En fin, sólo puede añadir que todavía me tienes que ver bailar al ritmo de Erth, Wind & Fire...jajaja... así descubriras que el CRACK-CRACK de verdad lo tengo en mis cuarentonas rodillas...
Bueno, gracias por tus exageradas palabras, evidentemente fruto de la amistad que nos une. Te quiero, amiga. Un millón de muack-muacks.
PD: lo de las letras es fácil, se les va dando una a una con los plastidecor, que no manchan las manos, y listo..jaja. ¡A aprender, a Salamanca!

BARBIE LIAÍTA dijo...

Clap, clap, clap. Se me ha hecho la boca agua y me invade la impaciencia!! Este mismo domingo si me llegan las fuerzas voy a verla. Cada vez me alegro más de haberte enseñado tanto sobre cine. Tranquiiiilo, jajaja.

Para mí un buen médico es el que te hace sentir cuidada, el que te hace sentir que puedes dejar de preocuparte porque ya tienes quien lo haga por ti. Y tú además de conseguir eso lo haces aportando alegría... TTTALVA!!!

Un besitooo

Salva & co. dijo...

Hola, Barbie Oleosa!
Qué alegría escucharte! me alegro de que, a pesar de estar tan hasta arriba, puedas sacar unos minutos para mí y para mi blog.
Como puedes comprobar, todo lo que me enseñaste sobre cine está dando su fruto en forma de "humildes recomendaciones" y tengo en proyecto aprovechar tus enseñanzas en el campo de la música para recomendar a mis "seguidores" (ejem)a grandes artistas como Thalía, Paulina, Chayanne y Ricky Martin...jajaja. ¡¡¡Petarda!!!
La verdad es que no sé si sigue en cartelera. Si siguiera, aprovecha que no creo que dure. Si no, puedes verla en tu tele o en tu salón, como he hecho yo (¡bendita mula! Sé que te va a gustar, aunque, ya sabes lo que pasa cunado te recomiendan algo mucho, mucho, mucho... que es fácil que acabe uno algo decepcionado y con ese... "¿y tanto para esto?".
Ni que decir tiene que gracias por tus palabras sobre mí y mi forma de trabajar, amiguita. Me honran mollogón, mollogón...jeje.
Besitos por un tubo, Marioria.
PD: echo de menos cuando nos veíamos mucho, Barbie Patinadora, ¿eso tiene remedio? Andaaaa...

Anónimo dijo...

Hola primo Salva, ya esta aquí la pesada de tu prima Quini que después de estar mes y medio sin internet por estar en la playa y no querer saber nada de teclas, ratones etc.. y cuando llegué al trabajo no he podido entrar en tu blog por aquello del comienzo de curso, hoy por fin he podido leer esta entrada tan bonita. He de decirte que no he visto la peli pero leído lo leído ya no hace falta ir al cine o bajarla de la red. Bueno no me hago la pesada y sólo decirte que es una "gran alegría" volver a la normalidad sólo por esperar todas la mañanas tus entradas. Que envidia me da saber que has estados en Marachón, Laura y yo estamos deseando ir pero tu primo no encuentra el momento oportuno para ir. Bueno esperando poder vernos pronto os mando besos para todos de todos nosotros.

Salva & co. dijo...

Hola, Quini! Lo primero, perdón por el retraso. Ando liado en un proyectito que me tiene absorbido el tiempo para otras aficiones y tengo el blog abandonaíto. Eso trataré de corregirlo, claro. Y hacía tiempo que tenía que devolverte el cariñito que siempre me mandas. Me alegro de alegrarte tu vuelta a la normalidad. ¡¡¡Bendita aburrida normalidad!!!, en contra de lo que piensa mucha gente. Espero que estéis todos bien a la vuleta del verano. Muchos besos y nos vemos pronto.