Collage íntimo

Collage íntimo
Trocitos...

sábado, 10 de septiembre de 2011

Mi pueblo: de la guerra al Chill Out...

Por continuar con las pinceladas del verano, quiero contaros una historia.
Al final se entenderá porqué.

Corrían los años 1937 y 1938 y la nefasta y fratricida Guerra Civil devastaba con virulencia nuestro país, alterando salvajemente su vida y su geografía, escindida a fuerza de pólvora y sangre en las conocidas zona nacional y zona roja.
Mis abuelos maternos, Fernando y Matilde, se habían casado en julio del 37. Poco después, en el primer permiso que pudo solicitar mi abuelo (capitán por aquel entonces), viajaron a Cádiz a pasar unos días. Antes de acabar el permiso fue mandado llamar con la orden de incorporarse a filas, con destino en el peligroso frente de Teruel.
La batalla de Teruel tuvo lugar entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938. En algún momento de su desarrollo, mi abuelo fue herido en un dedo de una mano. Inopinadamente, a mi abuela le llegó noticia de que había sido herido en la cabeza y la reacción fue inmediata. A sus 19 añitos, con el país desgarrado por la guerra, consiguió un salvoconducto para visitar a su marido durante una semana, malhizo una maleta y atravesó el país por la zona nacional (pasando por Salamanca) hasta llegar a un pueblo de Guadalajara llamado Maranchón. Éste se ubicaba en la zona más segura cerca del frente y en él había una fonda donde alojarse: el Café-Fonda Bueno.
Si no habéis conocido a mi abuela, no sabéis que, a pesar de ser mujer, había sido provista por Dios con un desomunal par de cojones.
La Fonda Bueno se llamaba así porque era regentada por la familia de Isaac Bueno y Tomasa Gilaberte, quienes tenían la ayuda de sus cinco hijas, Mauricia, Eulalia, Conmemoración, Matilde y Petra, y un varón cuyo nombre era Isabelo.
Cuando mi abuela apareció por la fonda, guapa como era, maquillada y peinada como una artista de Hollywood, con su abrigo largo y su gorro de astracán, nadie dudó de que se trataba de la amante de un oficial; evidentemente, una pilingui de cabaret. Esto duró lo que tardó ella en remangarse la camisa para ayudar en las tareas de la fonda, metiendo los brazos en el fregadero hasta más allá de los codos o amasando el pan con la bravura de un fornido herrero.
Al poco tiempo, todos se habían encariñado de aquella graciosa sevillana de 19 años y de su entrañable historia de amor y la trataban como a una hermana más.
Lo que habría sido un viaje breve con la intención de visitar a un reciente marido al que, probablemente, esperaba encontrar moribundo se convirtió en una estancia de seis meses en los que se fraguó una amistad con la familia Bueno que duraría toda la vida. Mi abuelo, por aquella época un audaz y guasón veinteañero, volvía del frente siempre que podía a la Fonda Bueno y pasaba divertidos ratos con las chicas. Como aquellos paseos que les daba en el Jeep... Años después contaban cómo un día las hizo montar diciendo que iban a dar un paseo y que les iban a comprar unas bragas y ellas se mondaban con las tonterías de mi abuelo...
Acabó la guerra y, vinieron nuevos y cambiantes destinos. Zaragoza, Lérida,Toledo... Mi madre, sin ir más lejos, nació en Lérida y dió sus primeros pasos entre Toledo y el suelo de la Fonda, donde Tomasa después le daría pan con vino y azúcar.
No fue hasta 1949 que consiguieron volver a Sevilla. La descendencia aumentó hasta completar un hermoso ramillete de cuatro hijas, de las cuales la segunda, a la que llamaron Matilde, tuvo a bien tenerme a mí como segundo hijo.
Durante todos aquellos años, siempre que podían, volvían a Maranchón huyendo de la calurosa Sevilla y siempre buscando reencontrarse con sus viejos amigos y, por supuesto, hospedándose en la que sentían como su casa: la Fonda Bueno.
Mis padres se casaron en el 68 e inmediatamente debían ir a Zaragoza, pues mi padre comenzaba a trabajar en una conocida fábrica de colchones. Allí vivirían unos séis años y naceríamos los tres mayores. Este hecho propició que en 1969 mis abuelos decidieran lo que ya llevaban años planeando: comprar una casa en Maranchón.
Y, allá que fueron y dieron con una casa, que decían que, tiempo atrás, había sido del médico. Se ubicaba en la calle conocida como "el puligano de San Blas" y, poco a poco, fueron amueblándola con cuatro cosas; lo justo para que fuera habitable y comenzáramos a pasar allí nuestros primeros veranos.
Mi abuelo, un militar muy atípico, encargó y colgó en su entrada lo que él consideraba (fruto de su carácter eminentemente cachondo) el escudo de armas de su familia Raposo, en el que rezaba el lema: "DIOS, PATRIA, FAMILIA Y SEVILLA F. C." y se empeñó en arreglar y levantar la Cruz de las Ánimas Benditas -la que se halla donde empieza la subida al puligano-, que cada año volvía a encontrar caída.
Mi primer verano con uso de razón fue a los diez años. Quizá llevábamos algunos sin ir por allí pues, con frecuencia, también íbamos a La Montaña, que es como los cántabros llaman a su Cantabria. Inmediatamente, con su carácter entrañable y nervioso, Petra -la gran amiga de mi abuela, única superviviente hoy día de aquellos hermanos Bueno Gilaberte- hizo un reparto providencial y colocó a cada uno de nosotros en una pandilla: mi hermana mayor con su sobrina Olga, yo con su sobrinos-nietos Rafita y Rober y mi hermana menor con Elisita. Por aquella época, Nachete tenía tan sólo un año. Más tarde, apenas tuvo uso de razón, se emparejó de forma natural con Angelito, el hermano pequeño de mis mejores amigos.
Ahí siguieron años de inolvidables veraneos, años de peñas cochambrosas donde jugábamos a las cartas, tonteábamos y bebíamos limonada. Años de persecuciones a las chicas en bicicleta, partidos de fútbol en la era del Quinqui o contra los pueblos vecinos (¡Partidos de máxima rivalidad contra Ciruelos del Pinar!), fiestas y bailes, disfraces, novietas e interminables risas con los amigotes, las primeras copas de más, bromas y trastadas de menor o mayor índole... Fuimos "el Vampus", "los Truños", "Pinta en Kopas"... y disfrutábamos cada segundo.
Luego, mi padre abrió la tienda y vinieron los veranos sin poder ir. Más tarde, los veranos en que empezaban a faltar amigos por los estudios o la mili. La pandilla parecía disgregarse y se mermaba verano tras verano. Con los años, vienieron los trabajos, las bodas y las responsabilidades y comenzamos a ir en nuestras propias vacaciones y no en la de nuestros padres. Casados bastantes y, algunos, ya con hijos, el grupo se fue rehaciendo.
Ahora somos una gran peña y asociación de casi cuarenta amigos: LO MEJOR DE CADA CASA. Triste y prematuramente, perdimos por el camino a algunos que, por desgracia, ya no volverán. Siempre tenemos en el recuerdo al Rober y al Chato. ¡Menudos trastos! ¡La que tienen que estar liando allá arriba!. Otros, eligieron otro camino que se alejaba del nuestro. En cambio, se nos han unido otros amigos en una especie de fusión (bueno, les hemos absorbido...), como varias piezas de La Piedruca y Roberto, con su oscuro e incomprensible pasado Kueskero...
Y, por supuesto, las parejas de cada uno de nosotros... canela fina.


Pues bien, con este grupo de amigos he pasado este verano en las fiestas de Maranchón. ¿Para qué contaros? Llevábamos dos veranos sin poder ir y había muchas ganas. Las fiestas duran de jueves a domingo y, en nuestra peña, llevamos años recuperando para la noche del miércoles la tradicional Fiesta del Gorro (que antiguamente se celebraba en El Cine e iban todas las peñas), para la que, este año, organizamos una Fiesta Chill Out. Todos con ropa de estilo ibicenco y la peña magnificamente ambientada con esos sillones bajos tipo chaisse-longue, cañas, docenas de velas, lámparas de papel, litros de mojito... ¡Y hasta un Photocall! Ahí, mi primo Juancar ha vuelto a bordarlo.





¡Ah! Se me olvidaba contar un pequeño detalle: Tras morir mi abuela en 2003, se vendió la casa de Maranchón. Nada serio; los típicos desacuerdos entre hermanas. Por lo que ya no tenemos casa en el pueblo. Bueno, casa en propiedad... Ahora siempre nos hospedamos en "otra fonda Bueno", la casa de mi amigo y hermano Juancar, regentada por sus generosos padres, Isabelo Bueno y Loli Caballero, quienes nos tratan como a unos hijos más y nos hacen sentir como en nuestra propia casa. Por desgracia, Javi no ha podido venir este año y nos han "cedido" gentilmente su dormitorio... otro año nos tocará dormir en la cámara... y contentos, eh. Ni que decir tiene, que nada de esto hubiera sido posible sin su maravillosa y entrañable hospitalidad, sin su servicialidad y sin su comprensión, sin su bondad... Y, por Dios, Loli, ¡qué tortillas de patata, hija mía! Desde aquí, nuestro más sincero y cariñoso agradecimiento, ad aeternum.

En fin, que así son las cosas y la gente de mi pueblo.

PS: mami, gracias por toda la información sobre aquella época. Ponte güena ya, anda, porfa. Un besito gordo.



25 comentarios:

Andrés casas dijo...

Querido amigo,son las y pico y después de estar recogiendo la cocina de cenar y copear con unos amigos q han venido de Madrid he tenido la suerte de q un "pasa pa dentro" sonao en mi buzón de entradA.

Q razón llevas y tienes cuando expresas de esa forma q nuestros mayores han sido los puentes de nuestras vidas,vidas a las q pondremos puentes para q nuestros hijos hagan su vida ,sus éxitos,sus fracasos ...su verdad

Un día una amiga de las q siempre están ahí a pesar de q vive con su familia en Brandenburgo hace ya 12 años como profesora de Español,me llamo desde una cabina de teléfonos junto a la famosa puerta de Brandenburgo y me dijo una frase q cada día q la repito mas me la creo y mas la entiendo. "...Andres no terminamos en nosotros nuestros hijos nos perpetúan..." dios q verdad mas bonita

Somos afortunados por tener a nuestros mayores haciendo por continuar,eres afortunado por poder compartir algo tan maravilloso con tus hijos y con tu familia,somos afortunados por q seguro q muy pronto sentiremos eso también.

Enhorabuena por expresar tan brillante y humanamente algo tan natural como la propia vida y su continuidad

Dicen los sabios q "...lo q haces en la tierra tiene su eco en la eternidad..."rindamos respeto y admiración a nuestros mayores ,son nuestra base a pesar de sus limitaciones,defectos y ....pero tiene algo q supera lo anterior : LA INDISCUTIBLE BUENA INTENCIÓN

Buenas noches
Poderosos abrazos

Reyes dijo...

Puñetero, este año, no solo he ido contigo a la playa, además también he ido a las Fiestas de Maranchón.
Curiosamente tus recuerdos de veranos niñez-adolescencia, coinciden con los mios, peñas, novietes, disfraces, paseos a la ermita, en fin el despertar de la adolescencia...
Realmente me ha encantado pasar pa´dentro contigo. Me ha dado sentimiento y nostalgia.
un beso mu fuerte primo

Javi Mena Raposo dijo...

Aunque sigo el blog desde el principio, nunca había sentido el impulso de comentar, y eso que me leo todas las entradas. Pero hoy me has tocado muy dentro con tus palabras. Me has conmovido de tal forma, recordándome personas y lugares que significan tanto para mí, que no he podido evitar ponerme a llorar como cuando era un niño. Vamos, que Sara se ha asustado y todo, porque dice que nunca me había visto llorar así. Muchas gracias primo. Un beso muy fuerte.

Salva & co. dijo...

Querido amigo Andrés: dos cositas.
Uno, créate un blog ya, tienes mucho que decir al mundo...
Dos, te voy a comer los gü...
Gracias por leerme tan tarde y gracias por escribirme tanto.
Como dice Jorge Drexler, somos:
**************************
Un enjambre de moléculas
puestas de acuerdo
de forma provisional.
Un animal prodigioso
con la delirante obsesión de querer perdurar
No dejaremos huella,
sólo polvo de estrellas.
**************************
Pues sí, Andrés, nuestra vida empieza y acaba, por lo que somos el principio y el final de algo, pero, si cogemos perspectiva, tanto temporal como espacial, no somos más que un eslabón más en la cadena, sujetado por delante y sujetado por detrás. Recibimos y transmitimos y, como tú y tu amiga bien decís, somos un puente...
En fin, la vida en directo.
Sin duda, nuestros mayores merecen tod nuestro reconocimiento y cariño, pues fueron nuestro puente hacia la vida y olvidar eso es de ser un auténtico mentecato.
Gracias por tus hermosas palabras; yo también te quiero.
Poderosos abrazos para tí también.
Besos para su señora.

Salva & co. dijo...

Hola, Reyes, guapura!
¿Cómo va eso? Jo, este año estamos yendo de vacaciones como cuando éramos chicos que coincidíamos en Chipi o en Maranchón algunas veces...
Bueno, supongo que al hablar de cosas y personas que nos son comunes, juego con ventaja a la hora de conmover o emocionar... en fin, me alegro porque es una entrada que ha costado y he hecho con especial emoción yo también.
¿Hace una raposada en Maranchón?
Besitos x 1 tubo.

Salva & co. dijo...

Hola, Javi! Acao de intentar pillarte en el chat de gmail pero te me has escapado...
Tío, te digo lo mismo que a Reyes: me alegra un montón haberos conmovido, aunque, sinceramente, no pensaba que pudiera provocar tal efecto. pero, claro, lo que le decía a ella, que para la familia son territorios y recuerdos comunes que tocan fibras cuasi gemelas.
Esa historia de cómo llegamos unos sevillanos a Maranchón la he contado tantas veces en la versión resumida (realmente, la única versión que conocía) que, este año, me apeteció ponerla por escrito y me di cuenta de que no era capaz de ponerla en pie correctamente, así que indagué un poco, acribillé a preguntas a mi madre que multiplicó exponencialmente mis conocimientos y ahí nació la entrada. Tenía ganas también de hablar de mi gente de allí y espresar un sincero agradecimiento a Juan Carlos y a sus padres por su brutal hospitalidad de estos últimos años... e voilà!
Me alegro de todo corazón de que te haya gustado y más me alegraré de cuando nos veamos y nos tomemos una cerve y nos contemos la vida un poco.
A Reyes le he hecho una propuesta medio en broma (?): ¿Hace una raposada en Maranchón?
Un beso muy fuerte y gracias por seguirme los pasos y pasar pa'dentro.

Nacho Terceño dijo...

EL pequeño ni aparece en esas memorias... y es que llegué después, y no necesité a la Petra pa que me encajara con nadie, yo lo tenía claro, seguir los pasos de mi hermano. Mi agradecimiento a los Bueno-Caballero se expande de Chiqui a Chiqui. Gracias Ángel, en ese "mi pueblo" fuiste tutor, mentor y lo más importante... AMIGO!.
Un abrazo a todos/as los que pasais por aqui. Y a ti, hermano, Salva, un TE QUIERO y TE ADMIRO gordo y público.

María. dijo...

Hola Salvi,
me ha encantado el relato, ¿no me digas que no es un buen argumento para un libro? la historia de tus abuelos y por extensión la de tus padres es muy entrañable y digna de una novela.
Espero que esteis muy bien todos y hayais recargado pilas para el comienzo de curso.
Un besote!!
PD: por cierto, no sé si te he dicho que vamos a tener una niña!!!

Salva & co. dijo...

Hola, Espinachete!
Tío, siento que no hayas aparecido en esta historia. Realmente, la intención era contar la de los abuelos y luego hilar con la mía... pero bueno. No cabe la menor duda de que tú estás por ahí. De todas formas, no seas tan "gallito" que si Juancar y Javi no hubieran tenido un hermano de tu edad, habría que haber recurrido a Petra pa que te "encajara" por ahí...jajaja
Los dos tenemos mucho que agradecer a los Bueno-Caballero. Ahora, tendrás que asegurarte de que tus palabras llegan a su destinatario, porque no sé si lee este blog.
Hermano, yo también te quiero y te admiro, ya lo sabes, y puedo aceptar que me llames "público", pero "gordo"...jaja ¡Tas pasao!
Un beso, enano y gracias por tus palabras y tu presencia.

Salva & co. dijo...

Hola, Meripopins! ¡Una niña! me alegro un montón... Como se suele decir, "a su casa viene" y "que venga sanita" que es lo que importa, ¿no? Eso sí, nada que ver con los niños, eh, mucho más tranquilas... con sus muñequitas, sus cocinitas... que nadie se enfade, que no es sexismo, es que "eso es así"...
La verdad es que el argumento da pa una novela medio qué, ¿no? Y luego la película... ya lo veo... <> (aplausos y vítores). Entrega el Goya, Paz Vega con un poderoso vestido negro palabra de honor, me da dos besos... y me desmayo en el escenario...
Por lo demás, todos bien. A pesar del calo, se acabó el verano y empieza el cole.
Besitos, guapura y gracias como siempre.

Anónimo dijo...

Me alegra saber que hay gente con esa sensibilidad, esa calidez en las palabras y ese amor por cada cosa que hace y cada persona que le rodea. Un google de besos.

Salva & co. dijo...

Gracias mil, de todo corazón, anónimo/a. También tengo palabras cariñosas para tí, aunque no sé quien eres. ¿O sí?
Dos googols de besos.

Armando Rozados dijo...

Salva, soy Armando y aunque no pertenezco a la peña, tus palabras me han sonado bien y veo que tienes buenos amigos y muchos primos, no se si carnales o de amistad. Suscribo tus ideas y ahora entiendo por que tus amigos se han puesto tan tiernos. Lo mas bonito es que es uno de tus articulos al que mas gente he visto contestar....y eso es que les has tocado la fibra sensible. Cuando eso se consigue escribiendo es que eres un buen escritor, pues tienes algo que contar, quieres hacerlo y sabes cómo hacerlo, y sobre todo hay gente que queremos leerte. Enhorabuena y sigo con mi trabajo, que estoy haciendo una demanda de dos trabajadores que acaban de despedir....qué rachita. Armando Rozados

Armando Rozados dijo...

Salva, ya me he registrado en condiciones, ahora preparate que te bombardearé a comentarios. Te voy a hacer el contra-blog. Saludos

Salva & co. dijo...

Hombreee, Armando! Me alegro de escucharte y verte por aquí.
La verdad, son muchos los amigos, pero realmente no hay tantos primos carnales (algunos sí, los que se han puesto más "tiernos") sino más bien muchos primos de amistad, como tú bien dices. Esos todavía no han aparecido mucho. Claro, a los que son primos de verdad, con toda la historia común de los abuelos y eso, es normal que se les muevan más cosillas por dentro.
Agradezco de corazón tus palabras de reconocimiento y aquí seguiré con muchas ganas, deseoso de ver llegar miles de mensajes contra-blogeros, sobre todo si llegan de gente a la que aprecio como a Vd., Sr. letrado. Lo de la situación laboral en españa sí que tiene una o dos entradas, ¿eh? O tres.
Gracias otra vez por estar ahí y querer pasar pa dentro. Un fuerte abrazo.

Loli e Isabelo dijo...

Agradecemos mucho tu comentario sobre la nueva "Fonda Bueno", pues ya sabes que esa es vuestra casa en la Villa de Maranchón. En cuanto al comentario sobre las tortillas ni que decir tiene que Loli tiene "usía". Besos para tus herman@s y un abrazo muy especial para tus padres y para ese primito Javi (sí, el del Benito Villamarín), que parece se perdió en el tiempo.

Salva & co. dijo...

Hola, Loli e Isabelo!!! Me alegro un montón de que hayáis contestado. Sabía que, de una forma o de otra, os llegaría el mensaje. Por Dios, no me agradezcáis mi agradecimiento, que no son más que cuatro palabras sentado en la silla de mi ordenador (o el del trabajo, claro...). En cambio, lo vuestro es para daros la medalla de oro, un Oscar, un Golla, el premio Príncipe de Asturias a la concordia y el Nobel de la paz, todo junto.
En fin, ya sabéis cómo os lo agradecemos y cómo os queremos, "abuelos de Maranchón".
Repartiré todos esos besos y cariños a la familia. Er der beti echó una lagrimita leyendo esta historia y le he propuesto hacer una reunión familiar ("Raposada") en el pueblo... a ver si sale.
Muchos besos y el agradecimiento de los cuatro otra vez.

carmen dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
carmen dijo...

Hola Salva¡¡
Lo primero desearte que tu madre se recupere pronto y lo segundo decirte que me ha gustado mucho tu artículo sobre Maranchón y en general tu blog.
Me has emocionado y me has hecho reflexionar sobre el verdadero sentido de nuestra asociación.
La historia de tu familia ya la conocía por mi madre, pero cuando la he leído me ha parecido una novela o el guión de una película...(en muchas ocasiones la realidad supera a la ficción)
Te recuerdo lo que te dije este verano: tu casa es ahora de un primo hermano mío con el que tengo muy buena relación, por lo que si quieres verla en otra ocasión o cualquier cosa no tienes nada más que decirlo.
Te seguiré porque da gusto leerte, demuestras que tienes mucha sensibilidad y una gran destreza narrativa.
Besos a la familia
CARMEN

Salva & co. dijo...

Hola, Carmen!!! No sabes cómo me alegra leerte.
Mi madre anda mejorando lentamente. Ya está en casa y lo que le falta es recuperarse de todo el proceso, el largo ingreso, los muchos días de ayuno y antibióticos, la anemia, etc. En fin, lo más fácil, pero quizá lo más lento.
Me alegra mucho provocar sensaciones en las personas (pues es lo que uno se propone, ¿no?) y la reflexión es, supongo, menos emotiva pero más enriquecedora. Lo celebro porque eres la primera que lo menciona.
La verdad es que la historia es un poco "de película", como se suele decir. Más aún cuando se conoce con más detalle, comola conocemos ahora.
La verdad que tu primo se portó genial y nos enseñó la casa (la planta baja, que es lo que había reformado) y nos ofreció verla cuando quisiéramos. Es muy majete.
hacía muchísimos años que no entraba y me dio "mucho sentimiento", como se suele decir. Pero, en fin, lo bonito es que el vínculo con el pueblo va más allá de las paredes de una casa; es un vínculo con las personas que hay en él; y eso, hoy día, sigue vivo.
Me llena de orgullo que alguien del gremio del tecleteo como tú hable en semejantes términos de lo que escribo. Te lo agradezco de corazón, guapísima.
Me encantará que pases pa'dentro cada vez que quieras.
Muchos besos par ti y para tus machotes.

Juancar dijo...

Mu bonico primo, por fin has completado la historia, que me empezaste a contar a las 7:00h del sábado 27 de agosto. Es que madrugamos mucho, para hablar. Un beso muy grande.

Para Nachete, Pili, Marta, Javi y Reyes, venirse en carnival, que la vamos a liar parda.

Un beso a todos.

Salva & co. dijo...

Hola, primo! Y la gente dirá, ¡joder, qué hora más rara pa hablar! Pues, es que vino así. La culpa del ayuntamiento por poner las cochambres esas de carpas para los niños al lado de la subida del puligano, pegaíto a la cruz de las ánimas benditas. Y la culpa también de los niños por no tener una triste copa que ofrecernos. Y la culpa también de los días de agosto por esa forma que tienen de amanecer desde detrás de mi puligano de mi alma... ¡Qué momentazo, primo! ¡Qué pellizco!
Reitero todo lo dicho bajo los efectos del pirriaque, el sueño y la emoción. Un beso, primo.
Carnaval, varnaval...

Anónimo dijo...

Pues a mi se me ha metido algo en el ojo también, pero no de pena, de rabia!!!! y no te digo en qué ojo...

Ojalá pueda estar al año que viene para que escribas cosas bonitas también de mi, o aunque sea solo para que duermas en el suelo mamón!!!

De tu "egocentrico" preferido para el enfadica más grande del mundo!!!

Un besote primooooooo!!!!

Salva & co. dijo...

Hombre, plimo, no te enfades, que el enfadica soy yo... ¿ves como eres una egocéntrica? Me quieres robar el papel...
Tío, siento no haberte nombrado pero mi idea no era ir nombrando a gente. Con tu hermano ya sabes que tengo una relación muy especial y lo de tus padres era una deuda pendiente. Ya sabes que te quiero taco, plimo y que te agradezco en el alma tu "cesión involuntaria" del dormitorio... pero, espera, que se me ocurre una cosa... que todavía estamos atiempo de remediarlo. Voy a hacer unos cambios y listo.
Que síii, que síii, insisto. Si no me cuesta trabajo, chaval...
Un beso gordo.

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Que gilipollas eres plimo!!!

Si yo se lo que nos queremos, que era broma coño, me sacas los colores y todo!!!! y una lagrimilla...

A ver si para el resumen del Carnaval que viene puedo salir en las afotos también, no solo en tu mierda de Blog!!! JAJAJAJAJAJA

EL BESOTE MAS GRANDE DEL MUNDO